EL COCHE
26-12-06
Es curiosa la sensación que uno tiene al ir en coche cuando es de noche.
No hablo de la noche de la ciudad, que es como una mala imitación del día. Me refiero cuando uno va en coche por la autopista a las tres de la madrugada, por una carretera sin iluminar, y no se ve ni un coche por ninguna parte. Y si no estás conduciendo, puedes mirar hacia el lado y al cielo, y ver una oscuridad insondable, inmensa.
No es una oscuridad total, pues la luz de las estrellas recorta las siluetas imponentes de los bosques, los mares, las colinas…y también dibuja los patéticos y cuadrados contornos de las fábricas, las carreteras y los tendidos eléctricos.
Y entonces crees ver lo grande que es la Naturaleza y lo pequeño que eres tú. Y peor aún, lo solo que estás, lo jodidamente solos que estamos todos, aunque en ese momento seais cinco personas metidas en un 600. Solos y además apretados.
Como un pequeño virus solitario, surcando la superfície de la célula Madre, la noche antes del principio de los tiempos.
Un impulso eléctrico navegando por el exterior del neocórtex, sin ser capaz de ver que hay debajo de la superfície de nada.
El espermatozoide que busca la entrada al cielo, y que una y otra vez golpea su cabeza contra el óvulo, ciegamente…
Hasta la muerte.
1 comentario
lectospira interrogants ichterohemorragiae -
una vez mas, me encanta otro momento para pensar despues del estres que llevo encima!! cuidate muxo!! a veri si acabo y kedamos!