LA ARAÑA EN EL BAÑO
Hoy cuando iba a pegarme una ducha después de un duro día de curro he encontrado una pequeña araña en la bañera.
Era una araña mediana, se veía sana y crecidita, pero no era de esas de patas largas y finísimas, ni de las pequeñas rapidísimas que parece que nada más verte quieran lanzarsete al cuello.
Era una araña estándar.
Lo primero que he hecho al verla, y antes de meterme en la bañera, ha sido enchufar la ducha a máxima potencia. La araña estaba cerca de una de las paredes, y al percatarse del mar de agua a 40º grados que se acercaba, logicamente ha intentado escalar la pared. Se movía deprisa pero elegantemente.
Mientras tanto a mi me entraba un ataque de pánico al pensar que la jodida araña podía salir impune del allanamiento de mi bañera y, alcachofa en mano, le he dado a probar la potencia del agua corriente y el gas natural combinados. La araña ha recogido sus patitas convirtiéndose en una bola que se ha deslizado suavemente por el desagüe...
¿Qué cojones me había hecho esa araña? Nada. Pero ni me lo pensé a la hora de matarla.
¿Cuanta gente se habrá dado cuenta en situaciones como ésta de la crueldad gratuita del ser humano? Por mucho que me quiera justificar con este escrito, aquí el único malo de la película soy yo, y la única víctima, la araña.
No deboramos el planeta para conseguir sus recursos, lo hacemos para ver hasta dónde llega el camino de la superioridad.
El ser humano inflige daño por puro placer, tira la piedra solo para oír el ruido que hace al impactar.
Al menos eso creo...
3 comentarios
BALAS PERDIDAS -
Gracias por comentar
Pablo aristotelico -
Blow -