WOOD MORNING (HONEY)
Millas de distancia.
Tu cuerpo destilando calidez,
agitándose adormilado de excitación.
Cariño perezoso y medio inconsciente,
Palpa todo mi cuerpo
y reclama el mejor de los despertares.
Movimientos torpes pero seguros,
Bocas pastosas y mentes sin pensamientos,
debatiéndonos entre seguir durmiendo
o seguir soñando despiertos.
La negrura de la noche se vuelve mañana roja
La oscuridad de los miedos se esconde bajo la cama.
Que suerte que ya no haya palabras,
Que suerte que ya no haya silencios.
Solo tacto, olfato, gusto…
Solo tenues siluetas, cuerpos débiles y ansiosos,
que se agarran y se unen,
Se lamen y se empapan…
y se aprietan,
se abrazan,
se besan.
Excitación que crece, pero…
¡Qué excitación más dulce!
Salvaje
e inocente.
No hay dobles sentidos.
No hablamos nada
porque ahora…
no callamos nada.
Lo único que queda es redondeado,
¡Tan tierno y tan ardiente!
Entre nuestros cuerpos oprimimos las dudas
Y con nuestros besos comemos rencores.
Devoramos pasado, presente,
y sobretodo futuro.
“Pensando con la polla…”
¡Bienvenida a bordo!
Que tome ella el mando,
que tome ella el control que yo me voy.
Mi cabeza es tan cansina como peligrosa…
En ella guardo todas las horas
que no he estado contigo.
Todas las vigilias dormidas.
Horas de sueño sin soñar en nada.
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